Despedida.

El pasado día 28 de mayo se celebró en el instituto de mis hijas el acto de graduación, entrega de premios y despedida de los que este curso han terminado el bachillerato. Esto para mi supone el final de una etapa, puesto que mi hija pequeña termina ahora el bachillerato y por tanto no puedo seguir perteneciendo a las asociaciones de padres. Han sido quince años integrado en movimientos familiares dedicados al ámbito educativo.

Esto no supone el cierre de esta sección, pues sigo siendo padre aunque me hayan crecido los enanos, pero sí supone un punto y aparte importante.

En este acto de graduación, me pidieron que dijese unas palabras, como despedida y en representación de las familias de los alumnos. Aunque no he tenido mucho tiempo, quise prepararlo bien para que no se me olvidara decir nada de lo que quería decir. El primer borrador del dichoso discursito, se lo enseñé a mis hijas y a mi mujer, y me dijeron con todo su cariño que si soltaba aquel rollo renegarían en público de mi paternidad. Finalmente decidí hacer tres cosas: no leer para hacerlo lo más coloquial posible, resumir y reducir el contenido para que nadie se me durmiera y suavizar el discurso para mantener en lo posible en ambiente de fiesta y que nadie se me ofendiese.

No obstante aquí voy a transcribir completo aquel primer borrador. Sirva como despedida...

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Antes que nada tengo que dar la enhorabuena a los que hoy celebráis el final de vuestra educación secundaria. Disculpadme el resto si os ignoro, pero hoy tengo que dirigirme a ellos, que son los protagonistas.

Espero no aburriros mucho, pero hoy no me queda más remedio que ejercer mi primera vocación, la de padre, y por la edad que voy teniendo, seguramente ejerceré también un poco de abuelo Cebolleta: ya sabéis, un par de batallitas y un par de consejillos.

Voy a empezar haciendo una afirmación, de la que estoy convencido, y a continuación la matizaré, con unos argumentos que tal vez la contradigan, pero de los que también estoy convencido.

La afirmación es que creo que habéis recibido la mejor educación posible. Estoy convencido. Y ahora vamos con las matizaciones: habéis recibido la mejor educación posible, DADAS LAS CIRCUNSTANCIAS. Habéis recibido una buena educación si la comparamos con las otras alternativas, entre otras cosas, porque estamos en un centro público, y desde mi punto de vista, la calidad que hoy ofrece la enseñanza pública en España, está por encima de la enseñanza privada y de la concertada, en general. La postura más radical en este sentido, a la que se aproxima mucho la mía, es que solo debe haber escuela pública y privada, estando la privada sometida a unos controles que nunca me parecerán excesivos; y el que quiera privada que se la pague. Os podría hablar de mis argumentos en este sentido, pero sería entrar en polémicas y creo que no es el momento. Y digo que es la mejor educación dadas las circunstancias, porque sinceramente creo que nos queda mucho que hacer, el sistema educativo ya no es que tenga que mejorar, tiene que dar un cambio radical.

Mirad, os voy a contar dos pequeñas historias, son dos casos reales que pueden ilustrar muy bien lo que quiero decir.

La primera historia transcurre en un colegio de primaria. Era una niña de 6 años que estaba en una clase de dibujo sentada al fondo del aula. A la profesora le llamó la atención que estaba muy concentrada en su trabajo, ya que era una niña que no solía prestar atención a nada y que le costaba mucho concentrarse en el trabajo. Se acercó a la niña y le preguntó qué es lo que estaba dibujando. La niña contestó, “estoy haciendo un dibujo de Dios”. La profesora le dijo que ¿cómo podía ser? que nadie sabe exactamente como puede ser Dios. Y la niña, sin ningún problema le contestó: pues espera un momento a que termine y lo sabrás.

Esta espontaneidad, este modo de hacer sin miedo a equivocarse, lo perdemos según van pasando los años y con ello perdemos la capacidad de imaginación y de creación.

La otra historia transcurre en los años 30 del siglo pasado: Se trata también de una niña en esta ocasión de 8 años. El colegio llamó a sus padres y les dijo que la niña tenía un problema: no prestaba la atención suficiente y estaba constantemente moviéndose, no podían mantenerla en clase quieta y atendiendo, no hacía a tiempo sus tareas... A pesar de que no era lo habitual en la época, la madre la llevó a un especialista. La madre le relató los problemas que tenía con su hija, mientras ésta estuvo quieta sentada al fondo de la consulta. ¿os imagináis cuál sería el diagnóstico habitual en un caso así?: Hiperactividad con trastorno de déficit de atención. Pero no fue el caso: Cuando la madre terminó, el doctor que no había dejado de observar a la niña, se acercó a ella y le dijo: Mira, te vamos a dejar sola un momentito, porque tengo que hablar en privado con tu mamá. Antes de salir del despacho encendió la radio de su escritorio y una vez fuera le dijo a la madre que observara a su hija por la rendija de la puerta. La niña al momento de quedarse sola, empezó a mover los pies al ritmo de la música y pasados unos minutos prácticamente estaba bailando aun sin haberse levantado de la silla. El doctor dijo a la madre: su hija no está enferma, es una bailarina, llévela a una escuela de danza. Otro especialista le habría dado medicación y le habría dicho: ¡niña, estate quieta! La madre apuntó a su hija en una escuela de danza, donde la niña empezó a disfrutar como nunca lo había hecho en la escuela, resultó que la escuela de danza estaba llena de gente como ella, gente que no podía estarse quieta, que necesitaba moverse para pensar. El nombre de la niña es Gillian Lynne, seguramente a algunos os suene este nombre. Hoy es una de las más importantes coreógrafas del mundo, ha hecho maravillosas producciones en el mundo de los musicales, millones de personas disfrutan y se emocionan con su trabajo y ella ahora es multimillonaria. Esto que os cuento podéis encontrarlo en su biografía en la Wikipedia.

La conclusión a la que quiero llegar es que, nuestro sistema educativo ha avanzado muy poco desde sus inicios en el siglo XIX cuando nació para alimentar las necesidades, fundamentalmente laborales, de la revolución industrial. Se ha producido algún cambio pero en el fondo el sistema es el mismo, los fundamentos son los mismos, e incluso la metodología es prácticamente la misma. Ahora el mundo avanza a una velocidad de vértigo, nadie se atreve a pronosticar cómo será nuestra sociedad dentro de 15 o 20 años. No sabemos cómo será, pero lo que está muy claro es que necesitaremos gente con mucha imaginación y mucha creatividad, que no tenga miedo a equivocarse, lo cual es esencial para innovar y para adaptarse a los cambios vertiginosos que se nos avecinan, y para resolver los grandes problemas del mundo que evidentemente no hemos sido capaces de resolver con los sistemas actuales.

La sociedad en la que vosotros viviréis será el resultado del sistema educativo que se implante. En la Unión Europea empieza a verse este problema y ya se han empezado a dar recomendaciones al respecto, pero los países siguen sin hacer mucho caso, con alguna excepción en los países nórdicos. Como ya he indicado no se trata de mejorar el sistema, hay que cargárselo y empezar de nuevo. El sistema educativo actual NO ES VÁLIDO.

Mi mensaje es que no os desliguéis nunca del mundo educativo, implicaros en él sea cual sea vuestra área profesional, pues del tipo educación que se establezca dependerá el tipo de sociedad en la viviréis.

Vosotros habéis tenido la suerte y la capacidad de llegar hasta aquí, pero por el camino se han quedado muchos (¡en torno al 40%!) que, seguramente con otro sistema estarían aquí, y seguramente, en muchos casos, hemos perdido sus aportaciones que podrían ser fundamentales para la sociedad.

Mi familia nunca fue económicamente de un nivel alto, pero tuve la MALA suerte de obtener una beca y cursé casi toda mi educación secundaria en un colegio privado de cierto prestigio. Tengo muy pocos recuerdos positivos o alegres de mi paso por el colegio (que en aquel momento tenía fama de ser muy bueno). Yo nunca fui un buen estudiante pero aun así creo que recibí una formación intelectual o académica buena, la pena es que este no es el único aspecto importante de la educación y los demás aspectos estaban bastante descuidados. En el último curso de bachillerato se acabó la beca y me matriculé en un centro público de los de la época (hablo del año en el que murió Franco). ¡No os podéis imaginar qué descubrimiento! Lo cierto es que ese año estudié más que nunca y con un placer y unas satisfacciones que no había conocido en el colegio privado. De ese año casi todo son recuerdos buenos, especialmente en lo relativo a los profesores. Recuerdo que, estando en el primer colegio, con mucha frecuencia pensaba: "cómo me gustaría que mis padres pudiesen ver lo que ocurre aquí por un agujerito". Pues bien, a mí se me ha dado la oportunidad de ver por ese agujerito lo que ocurría en las aulas en las que han estudiado mis hijas. No solo he podido asomarme por el agujero, incluso se me ha dado la posibilidad de intervenir directamente en su educación y he intentado aprovecharla. Por eso, porque lo he visto desde dentro, y porque he podido comparar, estoy convencido de lo dicho: Habéis recibido la mejor educación posible, aunque probablemente no la que realmente era necesaria.

¿Y ahora qué? Habéis terminado la que creo que puede ser la etapa más importante de todo vuestro proceso educativo. Aquí os habéis hecho adultos, lo que aprenderéis a partir de ahora no es sino la parte más técnica. Esta parte os puede ayudar a ganar dinero, pero os aseguro que esto no es lo más importante en la vida.

No os olvidéis nunca de la etapa que ahora termina, no os desliguéis nunca del mundo educativo. Es más yo diría que si os desligáis, os equivocáis, pues de un modo u otro, necesariamente, deberéis estar implicados en el mundo de la educación. Por muchas razones:

1. Porque durante toda la vida se puede seguir estudiando y hay pocas cosas tan gratificantes como descubrir que cada día hemos aprendido algo nuevo.
    

2. Porque es probable que en el futuro tengáis hijos o sobrinos o cualquier otra persona cercana a vosotros en edad escolar.
    

3. Porque siempre, lo queráis o no, vais a pertenecer a alguno de los grupos que forman la comunidad escolar. Yo creo que estos grupos son cinco:
    

   1. Los estudiantes: El grupo más importante, el central, el protagonista de todo el sistema. Por este sector ya habéis pasado y aun os quedan algunos años de pertenencia a este grupo. Incluso algunos seguiréis perteneciendo a él toda vuestra vida.
       

   2. Las familias, padres y madres: Otro sector vital, y es probable que la mayoría de vosotros estéis en este grupo durante una etapa amplia de vuestras vidas. Cuando llegue ese momento pensad que los únicos responsables de la educación de vuestros hijos seréis vosotros. La escuela debe ser una herramienta a vuestro servicio, pero la responsabilidad será vuestra. Mi generación, la generación de vuestros padres, hemos cometido un gran error, y ha sido ceder en exceso esa responsabilidad a los centros educativos, incluso exigiéndoles asumir ese papel que era nuestro, e incluso sabiendo que el sistema era penoso. Es un pecado que nunca pagaremos suficientemente. No se puede generalizar, pero creo que esta ha sido una característica que ha marcado nuestra generación como padres, y esto generará consecuencias nefastas para la sociedad del futuro. En todo caso os aseguro que yo no tengo el más mínimo cargo de conciencia; son muchos los condicionantes externos que han llevado a esta situación. Pero este también sería un tema para tratar en otro momento.
       

   3. Los profesores: Otro sector de vital importancia, admirable y haciendo un trabajo de una responsabilidad como pocas, y que nunca será valorado como realmente se merece. Pero también tiene sus sombras. Todos recordamos a ese profesor que nos hizo la vida imposible y del que pensábamos, seguramente con razón, que bien podría haberse dedicado a cualquier otra cosa menos a esto. Seguramente de estos hay más de los que debiera. Pues ¡preparaos que todavía os queda la universidad! Pocas profesiones son tan vocacionales como esta, y pocas profesiones necesitan estar formadas por los mejores como esta. Ni todos son vocacionales y por supuesto no está integrada por los mejores. El problema no es del todo suyo, el problema es el mismo que hay en toda la función pública; los procesos de selección son duros, pero una vez superados se acabaron los controles, el reciclaje y en muchos casos las posibilidades de progresar. Nadie se atreve a aplicar un régimen disciplinario duro, como pocos, pero que no se aplica correctamente. Bien pues muchos de vosotros os dedicareis a la docencia, espero que los mejores. El mejor médico del mundo puede salvar muchas vidas trabajando en el servicio de urgencias de un hospital, pero puede salvar muchísimas más si al menos parte de su ejercicio profesional lo dedica a la docencia. Me diréis ¿y si el mejor médico del mundo no tiene dotes para la docencia? Y yo os contesto, pues entonces no es el mejor médico del mundo.
       

   4. Los políticos: Otro sector importantísimo del que dependen muchas de las decisiones que se toman en relación a la educación. ¡Ejem…! ¿Dejamos también este tema para otra ocasión? ¿Aunque solo sea para no tener que insultar en público a la concejala de educación que nos acompaña? No sé qué decir de estos. Digamos que en los más de quince años que llevo metido en estos berenjenales hemos sufrido varios sistemas educativos y varias leyes orgánicas que los regulaban, La  LODE, la LOGSE, la LOPEG, la LOCE, la LOE y no me extrañaría que me deje alguna; salen más leyes que legislaturas. Como he oído a algún profesor decir ante estos cambios: “que hagan una ley y se comprometan a mantenerla, la ley que sea, la peor del mundo; ya nos encargaremos nosotros de hacerla buena con la práctica diaria, pero que la mantengan 30 años”. Es increíble el daño que han hecho los políticos en estos años tirándose la educación a la cabeza unos a otros. Hay que jorobarse como se mueven estos, pero seguro que estaríamos mucho mejor si dejasen de pensar por nosotros y se estuviesen más quietecitos. En fin dejémoslo. Confío en que también algunos de vosotros os dedicareis a la política, menos mal, porque eso traerá nuevas ideas y espero que otras formas mejores de hacer política. En todo caso no os lo toméis como una profesión, tomároslo como un servicio a la comunidad: lo prestáis durante un tiempo y después volvéis a vuestros asuntos. Algo así como los que se dedican a ejercer algún tipo de voluntariado.
       

   5. La sociedad en general: Toda la sociedad forma parte activa del sistema educativo. El sistema educativo es lo que el sistema social, político y sobre todo económico quiere que sea. Que se necesita mano de obra barata y abundante, pues montamos un sistema educativo que vomite todos los años un ejército de obreros sin cualificar y fácilmente manejables. Sin embargo esto es muy peligroso porque la influencia también se da a la inversa: la sociedad de mañana se forma a partir de lo que hoy es el modelo educativo. Si el sistema educativo de hoy es malo, la sociedad de mañana será el reflejo de un mal sistema educativo.

Bueno, creo que ya está bien de rollos. Espero no haberos aburrido en exceso y espero haber sido capaz de transmitir claramente las ideas que tenía previsto. En todo caso insisto, enhorabuena a todos, os queda un gran futuro por delante, en un mundo que puede ser interesantísimo, pero que tendréis que ayudar a construir vosotros y estoy seguro que lo haréis mucho mejor de lo que lo hemos hecho la gente de mi generación. Disfrutadlo.
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Libro: Mal de escuela.

AUTOR: Daniel Pennac

Entramos en el mes de mayo y se acerca el fin de curso. Toca volver a reflexionar sobre el mundo de la educación. Supongo que los que ya me habéis leído habréis percibido mi rotundo pesimismo en relación a que la educación en España e incluso en el mundo occidental pueda tener arreglo. Mientras tengamos hijos en edad escolar, seguiremos arrimando el hombro y sobre todo intentaremos mantener vivo el debate. Por eso de vez en cuando propongo lecturas sobre el tema.

En este caso retomamos a Daniel Pennac. En este ensayo, que juega con la autobiografía, Pennac vuelve a planear sobre el problema de la educación. El libro me ha parecido genial. Es divertido, ameno, y sobre todo hace un enfoque de la educación totalmente original: nos muestra el punto de vista del alumno "zoquete". Como él mismo dice, no se trata de otro libro sobre la escuela, "Todo el mundo se ocupa de la escuela, eterna querella entre antiguos y modernos: sus programas, su papel social, sus fines, la escuela de ayer, la de mañana... No, ¡un libro sobre el zoquete! Sobre el dolor de no comprender y sus daños colaterales."

Creo que es imposible que tengamos tanto zoquete entre nuestros estudiantes (rondamos el 25% de fracaso escolar y en este porcentaje no está el ejército de zoquetes que al final consigue salir adelante), me temo que gran parte de ellos no fracasan por méritos propios, lo son gracias a un sistema educativo que ha perdido el norte o que tiene unos objetivos ocultos (o no tanto) muy distintos a los que debiera. En mi opinión la escuela, la educación, tienen en contra a todo el mundo, los políticos, las familias, la docencia, el mundo de la empresa y la economía, la legislación, en definitiva la sociedad o el modelo social que hemos construido. Nuestros hijos están en manos de la buena voluntad de unos pocos y tal vez esto no sea suficiente para dar una solución al problema, pero es lo único que nos queda y me da la sensación que esta misma es la conclusión a la que llega Pennac en este libro, aportando en todo caso una pincelada de optimismo.

Un libro magnífico, que no te puedes perder, sobre todo si tienes hijos estudiando, y teniendo en cuenta, tal y como está al patio, las altas probabilidades, lo quieras o no, de que alguno de ellos sea un zoquete.

Mondadori (2008)
ISBN: 9788439721291
256 páginas

Educación y creatividad

Ha caído en mis manos este video con algunas ideas muy interesantes sobre la educación. Dura veinte minutos, pero si te interesa el tema merece la pena. Se trata de una amena conferencia pronunciada por Sir Ken Robinson en las TED Conferences de febrero de 2006.

(Versión subtitulada del vídeo "Do schools kill creativity?" donde Sir Ken Robinson, en las TED (Technology, Entertainment, Design) Conferences habla de cómo la educación que se imparte en las escuelas mata la creatividad. Vídeo original: http://www.ted.com/index.php/talks/view/id/66. Duración: 20 minutos. Subtítulos: Pedro Villarrubia. )

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¿Son tontos o se lo hacen?

Hoy he podido ver las estadísticas de resultados académicos del Instituto de mis hijas. El Instituto sigue estando a la cabeza de la Comunidad de Madrid en cuanto a resultados. Esto parece bastante objetivo, y se me ocurren tres argumentos para confirmar esta objetividad: primero, sigue siendo de los más demandados de la zona; segundo, algunas familias sacan a sus hijos porque consideran que el nivel de exigencia es muy alto, y tercero, la preparación de los chicos les facilita más que a los de otros centros (incluidos los privados) su entrada y posterior adaptación a la universidad.

A pesar de todo la sensación después de la reunión en la que hemos analizado estos resultados es de pesimismo. Seguimos rozando el 20% de alumnos fracasados, y eso que estamos por debajo de la media de la Comunidad de Madrid. Si miramos las estadísticas de los últimos diez años, las cifras se repiten en casi todos los apartados de forma insistente. Se hacen muchas cosas, se emplean muchos recursos, pero no sirve para nada, los datos no mejoran. Me consta que con todas sus deficiencias, en este centro se ponen todos los medios para evitar el fracaso de los chicos y sin embargo los datos se repiten año tras año.

¿Cual es el problema? Los problemas probablemente son múltiples y de difícil solución, pero para muestra un botón:
Últimos días de curso, el trabajo en el Instituto se multiplica, la tensión de los exámenes y el aluvión de trabajo en secretaría, en el equipo directivo y en el claustro se masca en el ambiente. Bien, pues las autoridades educativas (los que son tontos y además se lo hacen) se empeñan en poner los exámenes de selectividad coincidiendo con estas fechas, en convocar las oposiciones de los profesores coincidiendo con estas fechas, en hacer la elección de directores coincidiendo con estas fechas, en renovar el mobiliario de las aulas coincidiendo con estas fechas, en resumen en entorpecer los procesos educativos lo más posible coincidiendo con estas fechas, y para rematar en legislar tarde y mal... coincidiendo con estas fechas.

Sí, hoy estamos a 24 de junio, las clases acabaron el día 18 y al parecer hasta hoy no han podido publicar la disposición que regula el bachillerato en Madrid para el próximo curso (digo “al parecer” porque yo no he sido capaz de encontrar esta disposición en ningún sitio). Es decir, hasta hoy, entre otras cosas, no se sabían las asignaturas comunes ni las optativas que se van a ofertar y por tanto los chicos que tienen que matricularse dentro de unos días no tenían ni idea de lo que tienen que elegir, pero sus orientadores tampoco podían decirles nada puesto que ni ellos lo sabían. Ahora a programar deprisa y corriendo el próximo curso. Además parece que hay asignaturas nuevas, algunas más o menos previstas, pero además de éstas una que al parecer se llama “Técnicas experimentales” que nadie sabe lo que es, ni contenidos, ni currículum, ni área de conocimiento, ni nada de nada. Vamos que si mañana cuando le den a mi hija el sobre de matrícula, yo me encuentro esa asignatura en los papeles y perplejo me voy al Instituto y le pregunto al director que qué es esto, lo único que me podrá responder con toda sinceridad es que no tiene ni idea.

¿Son tontos? Si es así estamos en manos de inútiles, y si se lo hacen, yo creo que deberían estar en la cárcel o algo peor. Claro que a lo mejor lo que ocurre es que ni son ni están o están a lo suyo.

Desde mi punto de vista tenemos la peor legislación educativa de la historia, nos digan lo que nos digan. Eso a nivel estatal, pero si miramos a nivel autonómico, donde podrían intentar mejorarla con los desarrollos que les competen, nos encontramos como mínimo con un nivel de incompetencia que genera el caos todos los años.

Ya he comentado en alguna otra ocasión que si seguimos dejando en manos de los políticos el futuro de nuestros hijos, vamos de culo. O llegan a un acuerdo de estado que, al menos, dé estabilidad al sistema o al final nos veremos avocados a la desobediencia civil o a mandar a nuestros hijos a estudiar al extranjero, quién pueda permitírselo, y los que no a correr el riesgo de un fracaso social y personal total. Y mientras, las organizaciones sociales mirando a las nubes y recibiendo subvenciones para que no protesten mucho.

¿Esto os parece tremendista? Pues si es así, ojalá tengáis razón y yo esté equivocado.

(Teo)

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Mariano Mendoza (el 04/11/2008) dijo:

Sobre si son tontos. Te daré otro botón. Hace dos años, mi hijo se quiere presentar a la selectividad en junio, lleva buenas notas y quiere tenerla hecha, pero lo que en ese momento quiere hacer es Diseño Gráfico. Ambas cuestiones son oficiales, ninguna es privada. Bueno, pués el examén de acceso a la Escuela Oficial de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos (antes Artes y Oficios) era el segundo día de las pruebas de selectividad. Hable con los presidentes de tribunal, con la inspección, con la consejería de educación y en el ministerio. Todos decían que era injusto, para ese momento ya no se podía hacer nada, pero a nosotros nos valía con que al año siguiente no pasara... pués pasó. No son tontos, es que no hacen las cosas por que no les sale de los cojones.

¿Dónde está la normalidad y dónde la diferencia?

En general disfruto con casi todas las expresiones artísticas. No obstante con la danza me ocurre algo curioso: valoro el esfuerzo, el mérito, el factor artístico, incluso me gusta asistir a veces a algún espectáculo de danza, pero no termina de tocarme el corazón como me ocurre con otros aspectos del arte y la cultura.

Sin embargo hoy por primera vez he asistido a un espectáculo de danza que  ha conseguido emocionarme. Se trataba de un espectáculo en el que se alternaban actuaciones de los alumnos de la escuela de danza "Línea y Movimiento" y de un grupo de bailarines de la "Asociación de Empleados de Iberia Padres de Minusválidos" (APMIB). Estos últimos son todos minusválidos psíquicos y/o físicos.

No podéis imaginaros la sensación de ver actuar a estos chicos y chicas. Sólo con unos pocos movimientos transmitían sentimientos que muchos somos incapaces de transmitir, aunque empleemos todas nuestras supuestamente sanas facultades. Ha sido muy emocionante y por lo que veía a mi alrededor, en el patio de butacas, no era yo el único que percibía estos sentimientos.

Qué triste que la sociedad no sea capaz de aprovechar todo lo que estas PERSONAS son capaces de aportarnos. Todos conocemos algún hijo de mala madre que piensa e incluso manifiesta su rechazo y su creencia de que estas PERSONAS no pueden vivir normalmente en esta sociedad, que no son normales y que deben estar apartados o algo peor.

¿Seguro? Pues yo me apunto a su normalidad. Yo también soy diferente y me encanta y tú también lo eres, todos lo somos y si alguien no está dispuesto a admitir su propia diferencia es digno de lástima. Conozco algunos que no tienen Síndrome de Down, que están socialmente muy bien reconocidos, que son multi-titulados superiores, que se las dan de muy listos, pero que cuando rascas un poquito te das cuenta de que "estos sí que son raros", que su minusvalía sí que es perjudicial para la sociedad...

¡Enhorabuena! a los padres, profesores y cuantos están al lado de estos chicos. Enhorabuena y gracias por lo que nos enseñáis a los que presumimos de "normales".

(Teo)

Si quieres conocer un poco más de APMIB visita su web: http://www.apmib.com

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¿Crisis de la educación?
Me han hecho llegar este artículo con otra visión sobre el tema:
http://www.elpais.com
Si falla el enlace puedes consultar la versión en caché en formato pdf:
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" Una prueba del atraso cultural de este país es, paradójicamente, la escasa calidad del debate educativo. Todo se reduce a echarle las culpas a la LOGSE, y a los psicopedagogos. [...]
[...] Es más importante gritar indignado, ilustrado por anécdotas y amigos (o primos), que pensar con tranquilidad y documentadamente. [...]"

El autor, José Saturnino Martínez (sociólogo) empieza su argumentación con las citas precedentes. Hasta aquí más o menos de acuerdo. Luego basa casi por completo sus argumentos en referencias al pasado, haciendo ver que estamos mucho mejor de lo que nunca estuvimos. ¡Faltaba más!, al menos en muchos aspectos. Pero que lo anterior fuese malo, no indica que lo actual sea bueno. ¿Conocer los antecedentes? ¿Conocer la historia? Por supuesto, especialmente para no caer en la tentación de volver a repetirla. En nuestro caso estamos aplicando sistemas educativos que se han manifestado claramente deficientes en otros países y que cuando se implantaron en España ya estaban más que superados en otros sitios.

Yo no soy un experto y no puedo aportar cifras; baso mis argumentos en mi propia experiencia. Hace trece años mis hijas empezaron su escolarización. Por principios elegimos la escuela pública (la verdad es que es fácil decir que lo hicimos por principios cuando realmente no teníamos otra alternativa, pero creo sinceramente que aunque la hubiésemos tenido nuestra opción habría sido la misma). Por supuesto elegimos el colegio que nos adjudicaron, no el que nos hubiese gustado (mal empezamos). Cuando vimos el percal decidimos que teníamos que implicarnos como fuera para intentar aportar nuestro grano de arena a la mejora de la "castaña" con la que nos encontramos. Nos integramos en las Asociaciones de Padres, participamos en los Consejos Escolares de los centros cuando fue posible, e intentamos aportar todo lo que estaba en nuestras manos para que aquello mejorara. La conclusión final fue que estábamos en manos de la buena voluntad de algunos profesores, del carácter de nuestras hijas y de cómo se tomasen eso de los estudios y de nuestro propio esfuerzo. En definitiva, la suerte jugaba un papel fundamental.

¿Qué nos encontramos? Masificación en las aulas, instalaciones deficientes y en algunos casos tercermundistas. Profesores desmotivados, quemados, mal preparados, mal pagados, sin autoridad, sin respaldo social. Contenidos de las asignaturas adaptados a los intereses de los políticos. Competencia con los centros concertados y privados que, salvo honrosas excepciones preparan peor a sus alumnos pero les engordan las notas de cara a la selectividad para mantener su "prestigio". Y los chavales cómo salen del "cole". ¿Curiosidad intelectual? nula. ¿Espíritu crítico? nulo. Son incapaces de elaborar razonamientos inductivos, incapaces de trabajar en grupo y de cuestionar nada. Hemos pasado del analfabetismo al analfabetismo funcional, no aprueban las matemáticas porque no entienden lo que se les pregunta en los problemas, es decir, saben leer pero son incapaces de entender lo que leen. Y de las humanidades para qué vamos a hablar. ¿Para qué sirve la filosofía? Probablemente únicamente para amueblar cabezas, y esto está claro que no interesa, así que nos cargamos las humanidades. ¿Respetar los ritmos de aprendizaje de los chicos? ¿para qué? Si tú vas un poco más lento estás condenado al fracaso porque rompes el ritmo de la clase. ¿Que tú vas un poco más rápido? pues condenado al fracaso porque como no te voy a atender a ti especialmente pues acabarás desmotivado. Hemos escolarizado a todo el mundo hasta los 16 años, pero ¿en qué condiciones? ¿qué ocurre con los que abandonan a los 14 años? Pues ocurre que como no hay alternativas para ellos, les obligamos a estar en las aulas hasta los 16 cruzados de brazos en el mejor de los casos. El resultado es que fracasan y hacen fracasar al resto del grupo. Y paro porque me están saliendo los párrafos demasiado largos, pero podría seguir hasta el infinito.

Lo siguiente será decirme que en qué baso estas afirmaciones, que dónde están los datos. Pues la única respuesta que puedo dar es esta: "Coño", las baso en que lo estoy viendo todos los días en el colegio y en el instituto de mis hijas. Si la inspección educativa, los legisladores, todos esos listísimos que tanto piensan desde sus despachos se diesen una vuelta por los centros educativos, es más si escolarizasen a sus hijos en los centros públicos, seguro que su visión de las cosas sería más próxima a la realidad.

Que se ha multiplicado el presupuesto, pues será verdad, pero o estamos tirando el dinero, o los resultados no son los esperados, o habría que multiplicarlo más. Mientras la educación no sea prioritaria para todos y se dediquen a ella los máximos esfuerzos, mientras los políticos sigan siendo profesionales de la política y no sean capaces de ganarse la vida fuera de la política, seguiremos viendo como se tiran la educación unos a otros a la cabeza. El problema es que cuando se la tiran a la cabeza, acaba dándoles a nuestros hijos donde más duele. Además está el tema de las organizaciones sociales relacionadas con la educación. Los sindicatos de profesores y las federaciones de asociaciones familiares, totalmente alineados con los partidos políticos o con determinadas tendencias ideológicas. Eso sí, todos presumen de independientes, pero en la práctica nadie lo ve claro excepto ellos.

Otro tema son las familias. La moda es culpar a los padres de todo. Que si no se preocupan de sus hijos, que si recibieron una formación pésima en la época de Franco y claro, qué se puede esperar...
No voy a defender aquí a las familias puesto que llevo trece años pegándome con ellas. Participación en foros sociales nula. En las asociaciones de padres, como mucho pago la cuota pero ¿para qué voy a implicarme?, bastante tengo con trabajar doce horas diarias para pagar el adosado. Elecciones al Consejo Escolar: dos vacantes; se presentan dos candidatos; van a votar cinco y a uno de los candidatos se le olvida ir a votar. Pero "es que han quitado competencias al los Consejos Escolares, ya no sirve para nada estar ahí",  lo raro es que sigan existiendo.
De todos modos empiezo a estar un poco harto de que la culpa de todo la tengan las familias. Qué podemos esperar del modelo social que nos rodea. O consumes o consumes. Si vives de alquiler, eres un paria, si tu coche es más grande que el mío, te odio a muerte, si renuncias a parte de tus ingresos para dedicar tiempo a tus hijos, dejamos de ser amigos porque ya no puedes venirte de cena todos los sábados.

Por supuesto todo esto no es generalizable, hay chicos estupendos, profesores estupendos, familias estupendas, pero los porcentajes de fracaso son escandalosos y el factor suerte sigue teniendo demasiada influencia en el sistema.

En resumen, el autor del artículo tiene razón en una cosa: Si las cosas están mal no tienen la culpa las leyes educativas. Esto es un factor más, puede que incluso mínimo, es un problema social mucho más amplio que si la LOGSE es buena o mala, pero en cualquier caso como esto no cambie nuestros hijos lo tienen crudo.

¿Qué podemos hacer? Como mínimo seguir manteniendo abierto el debate, tener el valor de decir públicamente lo que pensamos.

(Teodoro Estrada)

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Una amiga me ha hecho llegar este enlace a un artículo muy interesante sobre educación.
¿Qué nos ha pasado en estos últimos siglos, que los bárbaros del norte están como están y nosotros, la cuna de la civilización, estamos como estamos?
¡¡¡ qué envidia !!!
http://www.xlsemanal.com
Si falla el enlace puedes consultar la versión en caché en formato pdf:
Versión en caché (72KB)

Gracias Maribel.

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Libro: LA ENSEÑANZA DESTRUIDA

AUTOR: Javier Orrico.

Será fácil no estar de acuerdo con todas las tesis del autor, pero hay que reconocer que hace un análisis bastante acertado de las causas que han llevado o que fueron el inicio del actual fracaso de nuestro sistema educativo.
En todo caso creo que es un libro que debemos leer todos los que tenemos hijos en edad escolar.

Huerga y Fierro editores (2005)
ISBN: 8483745046

Inicio esta sección con algunos escritos de los últimos años que pueden ayudar a dar respuesta a la cuestión de si nuestro sistema educativo funciona adecuadamente. Estos escritos son, entre otras cosas, reflexiones, colaboraciones en las revistas publicadas por el APA del colegio al que fueron mis hijas o por el instituto al que aun va una de ellas.

En los últimos 12 años he colaborado activamente con las Asociaciones de Padres de Alumnos de los centros educativos (públicos) en los que han estudiado mis hijas. He tenido que sufrir la LOGSE y he vivido de cerca la implantación de la LOPEG, la LOCE y la LOE, esta última implantada a medias; a estas alturas de curso, todavía no se saben los criterios de promoción ni la estructura de las asignaturas optativas para el próximo curso... ¡¡¡ CHACHI !!! que diría algún que otro alumno aventajado.

¿Funciona bien nuestro sistema educativo? Cada uno opinará lo que considere, pero yo creo que muy bien no debe ir cuando a mi hija pequeña le van a afectar al menos tres leyes educativas distintas (LOGSE, LOCE y LOE) durante los seis años que durará su educación secundaria.

Incluyo a continuación un enlace con otros puntos de vista sobre el tema, por si quereis profundizar un poco más en el asunto:
http://www.otraescuelaesposible.es

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Contestación firmada por la junta directiva del "APA" a un anónimo colgado en el tablón de anuncios del instituto.

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